miércoles, 1 de febrero de 2012

Rev. Rogelio Cooper

#1592

EL CLAMOR DE INTERCESORES EN LA BRECHA
ANTES DEL RAPTO DE LA IGLESIA



TEXTOS CLAVES:

Marcos 11:17;  Mateo 9:35-36;  Salmo 65:1-2;  Juan 6:44; 
Efesios 1:3-4; 1 Juan 5:14;  
Salmo 56:8;  Apocalipsis 8:1-5;  Apocalipsis 5:8;  Romanos 12:19-20;  Isaías 26:21;  Jeremías 11:14;  Ezequiel 22:30;  Mateo 18:19-20; Lucas 12:40

ENLACES A LA NOTICIA:

1.     BBC Mundo | Internacional | Ruanda: "un siglo para sanar las heridas" news.bbc.co.uk/hi/spanish/international/.../3607851.stm

 
www.esmas.com/noticierostelevisa/.../478461.html


     Y vivimos en un mundo realmente desequilibrado.   Mientras muchas naciones disfrutan de relativa calma, otras viven verdaderas tragedias.   Mientras muchos pueden reír y cantar, otros lo único que pueden hacer es llorar por sus muertos y escapar de su país huyendo de los horrores de la guerra.   Nos referimos a la tragedia de Rwanda, pequeño país en África Central. 

     Parece increíble que en el año 1994, tan sólo en un mes de guerra civil, murieran más de millón y medio de personas.    Y cuando recibimos noticias y nuevos informes de las cosas que han sucedido y están sucediendo todavía allá, luego de ese genocidio, entendemos más aún el significado de las palabras de Nuestro Señor Jesucristo, quien en Marcos 11:17, al purificar el templo echando fuera a los cambistas, citó al profeta Isaías diciendo: “¿...Mi casa será llamada casa de oración para todas las naciones...?”.  , dice el Señor.

     Por otro lado en España, miles de marroquíes han tratado de ingresar a esta pequeña nación europea huyendo de la pobreza en su país.   Las ciudades fronterizas de Ceuta y Melilla han tenido que detener a cientos de estos marroquíes en septiembre del 2005 que cruzaron una cerca.   Ellos preferían mantenerse confinados en un campo de detención, pero con comida, que quedarse en su país  natal Marruecos sin trabajo, y morirse de hambre.   Cuando fueron repatriados desde España a su país de origen, vimos con estupor cómo el gobierno marroquí los abandonó en el desierto; toda esa gente que iba a bordo en decenas de autobuses, fue abandonada al hambre y a una muerte segura en el desierto.

NACIONES EN CRISIS Y LA NECESIDAD DE LA COMPASIÓN


     Mis queridos hermanos, las naciones hoy día están cargadas de dificultades que necesitan de nuestras oraciones ahora más que nunca.   Como Jesús dijo: “¿...Mi casa será llamada casa de oración para todas las naciones...?”.  Hay muchas personas con necesidades urgentes y muy desesperadas.    En Mateo 9:35-36 leemos: “Recorría Jesús todas las ciudades y  aldeas, enseñando en las sinagogas de ellos, y predicando el evangelio del reino, y sanando toda enfermedad y toda dolencia en el pueblo.   Y al ver las multitudes, tuvo compasión de ellas; porque estaban desamparadas y dispersas como ovejas que no tienen pastor”.   Hermanos míos, al orar por las naciones, nuestra oración  debiera ser:   Señor ayúdame a ver a la gente como tú la ves, y a sentir la compasión que tú corazón Jesús siente.   Ayúdame sobre todo a orar Señor, y a sentir la carga que tú sientes por las almas eternas para que sean salvas”. 
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     En Méjico, El Salvador y Guatemala, miles y miles de personas todavía no se recuperan de todo lo que perdieron tras las últimas rachas de huracanes que los azotó.   Hay que orar y decir: “Señor: haz que esta gente infortunada reciba ayuda material para empezar todo de nuevo; que reciban víveres y comida sí, pero que sobre todo Padre, que reciban el Evangelio.   Que alguien les hable, les testifique de tu palabra.   Que alguien les diga que sólo Cristo salva, que sólo en ti, oh Jesús hay esperanza y vida eterna    Mis amados, hay que orar por tantos países, porque hay tanto problema, y hay tantas necesidades.

     En Cuba, continua en el poder un gobierno  dictador totalitario, mientras las cárceles están llenas de mucha gente que anhela la libertad.   En Bolivia y Ecuador, países de Suramérica,  hay una tensa situación política que podría estallar en una grave crisis social en cualquier momento.   En Centroamérica las “maras” o bandas de delincuentes armados, están causando estragos en ciudades salvadoreñas y sembrando la muerte en cárceles de Guatemala.   Aquí mismo en Panamá, un espíritu de violencia, un demonio de destrucción y caos, se está apoderando de los estudiantes secundarios y de estudiantes de nuestra Universidad Nacional.

     Además, los delincuentes de la ciudad de Colón, están sembrando cada día más el pánico y el terror dentro de la población.   Hay que clamar a Dios y decir: “Señor, ten misericordia de tanta gente esclava del pecado y cautivadas en sus mentes por  Satanás”.    Hay que clamar hermano por nuestras propias familias, pedir a Dios  por aquellos miembros que aún no han aceptado a Cristo, que no han nacido  de nuevo, porque si la Trompeta del Rapto sonara mañana, y el Señor viniera por su Iglesia, y ellos no son salvos, ¡se van a quedar!

     Al orar e interceder  por amigos y familiares inconversos, debemos confiar clamando con fe al Señor, creyendo que Dios, mediante su Palabra Poderosa, y mediante la convicción del Espíritu Santo, hará que sus corazones duros se ablanden, y se vuelvan a Dios con genuino arrepentimiento y fe.   El Salmista declaró en el Salmo 65:1-2: “Tuya es la alabanza en Sion, oh Dios, y a ti se pagarán los votos.   Tú oyes la oración; a ti vendrá toda carne”.     ¿Leyó usted eso?  ...Tú oyes la oración; a ti vendrá toda carne

     Esto no significa que todos se van a salvar; más bien indica que Dios realmente oye nuestra oración, y toda carne, es decir cualquier persona, no importa quién sea, ni cuán perdida esté en el pecado, puede venir a los pies del Señor por la gracia de Dios, en respuesta  a la oración de los creyentes en Cristo Jesús.   Muchos de ustedes no vinieron a los pies de Cristo, hasta que después de muchos meses y años alguien estuvo orando por usted:  estuvo orando su papá, su mamá, su abuela, su amigo y al final,  en respuesta a la oración, entonces Cristo oyó esa oración y le salvó.   ¡Gloria  a Dios! Oh en verdad    ...Tú oyes la oración; a ti vendrá toda carne

LOS ESCOGIDOS POR LA VOLUNTAD DEL PADRE


     ¿Pero qué sucede a veces hermano  cuando oramos y oramos y nada pasa, y fulano y zutano no se convierten nada al Señor?  Tenemos la tendencia a pensar como que Dios no ha contestado  la oración, o como que no nos hubiera escuchado.  Mi hermano entienda esto claro, y esto es un principio espiritual de la oración: las personas en tu familia que no se han convertido al Señor, no se convertirán cuando tú o yo queramos, sino cuando nuestro Padre Celestial quiera.   Jesús dijo en Juan 6:44 “Ninguno puede venir a mí, si el Padre que me envió no le trajere; y yo le resucitaré en el día postrero”.    Jesús dice:  Ninguno puede venir a mí, si el Padre que me envió no le trajere.   La voluntad humana es importante en la decisión sí, pero la voluntad del Padre es más importante todavía, es primordial.

     Ahora, surge la pregunta ¿Si Dios no quiere que ninguno perezca, por qué entonces no atrae a todos?   La respuesta es doble:   #1)   Porque él atrae solamente a los que él escogió desde antes de la fundación del mundo (Efesios 1:3-4)   Los que se pierden, se pierden porque resisten  al  Espíritu Santo cuando el Padre procura conducirlos a Jesús.  Surge otra pregunta:  ¿qué sucederá con toda aquella masa de humanidad no salva, por las cuales oramos y que nunca se convertirán al Señor, y se quedarán aquí después del Rapto, cuando el Señor Jesús nos haya levantado de esta tierra impía hacia las nubes?  ¿Será que las oraciones por ellos fueron en vano?

EL DIOS QUE REGISTRA Y CONTESTA LA ORACIÓN


     Mi hermano”: Si pedimos alguna cosa conforme a su voluntad, él nos oye” (1 Juan 5:14), dice la Biblia.    No hay nada de eso como oraciones vanas; no existen oraciones que se pierden.   Cada oración que hacemos por los perdidos es registrada en los récords del cielo.   Incluso hay un lugar en el cielo para nuestras lágrimas,  cada lágrima que derramamos en esta tierra cuando oramos  o lloramos por causa de una aflicción. En el Salmo 56:8  David el salmista dijo: “Mis huidas tú has contado; pon mis lágrimas en tu redoma; ¿no están ellas en tu libro?

     Si las lágrimas no se pierden, tampoco nuestras oraciones se pierden, quedan registradas allá también.   Lo que pasa es que no siempre las oraciones son contestadas a la manera que tú esperas. 
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Una vez leí un libro interesante sobre la oración donde uno de sus capítulos se titulaba: “El misterio de la  oración no contestada”.  Y hasta cierto punto esto  es así: “El misterio de la  oración no contestada”.    ¿Pero quiere que le diga la pura y plena verdad?   Dios contesta todas las oraciones.   Pero a veces contesta y dice: sí, y otras veces dice no; porque él ve que hay algo o alguien que no nos conviene, y él desea darnos algo mejor.   Y el sencillamente dice:  contestaré tu oración no ahora, sino después, cuando yo haya venido por mi Iglesia, y cuando tú estés conmigo aquí arriba  en el cielo, pronto lo entenderás”.
   
     Esto que le acabo de decir no es invento, ni imaginación de mi parte, esto es revelación profética apocalíptica para estos últimos días.   Esto es algo que Dios me mostró hace años.   Es una verdad sobre la cual el Espíritu Santo nos quiere dar más luz ahora que estamos más cerca del Rapto de la Iglesia.  

 Preste atención a Apocalipsis 8:1-3  Allí leemos: “Cuando abrió el séptimo sello (el Cordero), se hizo silencio en el cielo como por media hora.   Y vi a los siete ángeles que estaban en pie ante Dios, y se les dieron siete trompetas.   Otro ángel vino entonces y se paró ante el altar, con un incensario de oro; y se le dio mucho incienso para añadirlo a las oraciones de todos los santos, sobre el altar de oro que estaba delante del trono”.

NUESTRAS ORACIONES: ¡UN INCIENSO AGRADABLE A DIOS!


    De este pasaje amados hermanos aprendemos que delante del trono de Dios, hay un altar de oro allá arriba en el cielo, con fuego encendido debajo de él.   El altar de oro en el tabernáculo de Israel era una figura o símbolo terrenal. 

 Pero este altar de oro que Juan vio en el cielo es literal.   El incienso es literal, porque Dios percibió un olor grato que emanaba del mismo incienso.   Y este incienso a la vez es simbólico porque según Apocalipsis 5:8 representa las oraciones de los santos.

     Quiere decir entonces que cada vez que tú oras mi hermano, tu oración perfumada, impregnada del aroma precioso de los méritos de Cristo, sube al cielo, y llega al Padre y a su altar como una ofrenda de olor grato en su presencia.  

  El versículo 4 añade:  Y de la mano del ángel subió a la presencia de Dios el humo del incienso con las oraciones de los santos”.   La pregunta que surge ahora es: ¿qué sucederá con todas esas multitudes de oraciones  que hicimos por multitud de pecadores que no se arrepintieron, que rechazaron a Jesucristo, y que se quedarán tras el Rapto de la Iglesia?     Usted puede estar seguro que aun nuestras oraciones por toda esta gente que no se convertirá al Señor, Dios las contestará, después del Rapto, claro.

     El mismo apóstol Juan aquí en Apocalipsis 8:5 añade y dice: “Y el ángel tomó el incensario, y lo llenó del fuego del altar, y lo arrojó a la tierra; y hubo truenos, y voces, y relámpagos, y un terremoto”.  ¡Esto es tremendo!   Dice aquí que el incensario de fuego fue arrojado a la tierra.  ¿Y qué contenía el incensario?   Contenía incienso que son nuestras oraciones.   Y cuando este incensario lleno de fuego del altar, mezclado con nuestras oraciones, fue arrojado a la tierra ¿de inmediato qué sucedió?: de una vez se produjeron cuatro cosas:  número uno, truenos; número dos, voces; en tercer lugar, relámpagos; y en cuarto lugar un terremoto.  
En otras palabras, nuestras oraciones pidiendo misericordia por un mundo perdido, se convertirán en juicio sobre los perdidos, después que Cristo saque a su Iglesia de esta tierra.

¡ORACIONES POR MISERICORDIA – CONVERTIDAS EN JUICIO!

     Y aquí hay una tremenda y grande lección hermanos míos:  la gracia rechazada hoy por millones, cuando la Iglesia ora, se convertirá en ira derramada mañana, después que la Iglesia sea arrebatada.    Esta es una revelación profética poderosa y tremenda mis amados hermanos.   Nuestras oraciones cargadas del amor de Jesús se convertirán en juicio para millones que permanecen indiferente e impenitentes después del Rapto.   Este es el significado del incensario con fuego del altar mezclado con nuestras oraciones que será derramado sobre la tierra durante la Gran Tribulación.

     Poco después de ser derramado este incensario, los siete ángeles tocarán entonces sus trompetas de juicio.   Y como preludio a esto, nuestras oraciones de hoy tendrán en aquellos días el triple efecto de truenos, de relámpagos, y un terremoto.   Cabe observar que antes de una gran lluvia aquí en la tierra, siempre se producen truenos y relámpagos.   ¿Será que Dios nos está diciendo aquí en Apocalipsis 8 que en respuesta a las toneladas de oraciones elevadas al cielo a lo largo de la historia de la Iglesia, Dios enviará castigos a la tierra con truenos y relámpagos, es decir, lluvias e inundaciones catastróficas, acompañadas de terremotos que azotarán la tierra?  Así es.

LA PACIENCIA DIVINA


     ¿Saben ustedes mis hermanos y amigos cuántos millones de creyentes, tanto del Antiguo y el Nuevo Testamento, así como de la  edad Iglesia desde Pentecostés hasta el Rapto, han orado, y orado, y sido ultrajados y martirizados por causa de su fe, y Dios nunca hizo nada, y nunca tomó venganza inmediata?    No hizo nada ¿saben por qué?, porque su propósito ha sido hasta ahora mostrar su paciencia, mostrar su misericordia para con los pecadores.
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   Pero después del Rapto, esa misericordia se acabará y Dios tomará venganza contra todo el mal, y contra todas las injusticias cometidas contra los creyentes en Cristo Jesús por causa de la iniquidad de los impíos.

     Por eso el apóstol Pablo acertadamente escribió lo que leemos aquí en Romanos 12:19-20: “No os venguéis vosotros mismos, amados míos, sino dejad lugar a la ira de Dios; porque escrito está:  Mía es la venganza, yo pagaré, dice el Señor.   Así que, si tu enemigo tuviere hambre, dale de comer; si tuviere sed, dale de beber; pues haciendo esto, ascuas de fuego amontonarás sobre su cabeza”.

  Mis amados, nuestro Dios todavía no ha olvidado el sufrimiento de todos esos cristianos del primer siglo que la Roma imperial pagana mató.   Dios no ha olvidado el sufrimiento de esos miles y miles de cristianos genuinos que la Roma religiosa católica masacró y mató durante la mal llama Santa Inquisición de la Edad Media.

¡DIOS NO OLVIDA: VIENE EL DÍA DE AJUSTE DE CUENTAS!


     Dios no ha olvidado cómo por amor a Jesús, preciosos cristianos ofrendaron sus vidas cuando el comunismo de antes en Rusia y en la exunión soviética mató a miles de ellos.   En China Comunista, y en Corea del Norte, hoy día se continúa persiguiendo y asesinando cristianos.  Pero Dios no ha olvidado eso, no ha olvidado cómo los musulmanes persiguen  y continúan dando muerte a muchos cristianos  de Asia y de África.   La intolerancia islámica y el odio hacia los creyentes en Cristo es algo increíble mis amados.

     Dios no ha olvidado tampoco los grupos enemigos de la Cruz de Cristo como la FARC - las Fuerzas Armadas Revolucionarias de  Colombia - , que han hecho masacre contra cristianos misioneros en Colombia, secuestrándolos y asesinándolos.   El Señor hasta ahora ha sido muy paciente, misericordioso y clemente, lento para la ira y grande en misericordia, porque anhela que los impíos se salven.

   Pero su misericordia tiene un límite;  y su ira,  aunque lenta, llega.   Y todas las señales indican que su terrible ira pronto ha de caer sobre la cabeza de esta impía humanidad.    Cristo pronto viene; Cristo ya viene, bendito sea su nombre.

¡EL DÍA DE CASTIGO VIENE!

      Dios ha resuelto ya en su corazón juzgar a este mundo por su maldad.   En Isaías 26:21 leemos: “Porque he aquí que Jehová sale de su lugar para castigar al morador de la tierra por su maldad contra él;  y la tierra descubrirá la sangre derramada sobre ella, y no encubrirá ya más a sus muertos”.  Después que suene la trompeta del Rapto, mis hermanos, ya no podremos orar por los perdidos como ahora.   Cuando  Dios había resuelto castigar a la apóstata nación de Israel en el Antiguo Testamento, ¿qué le dijo al profeta Jeremías?   En el capítulo 11:14 de su libro el Señor le habló y le dijo: “Tú, pues, no ores por este pueblo, ni levantes por ellos clamor ni oración; porque yo no oiré en el día que en su aflicción clamen a mí”. 

EL MINISTERIO DE LA INTERCESIÓN ¡TERMINARÁ PRONTO!


     En el contexto del capítulo 7:16 ya el Señor le había dicho a Jeremías: “Tú, pues, no ores por este pueblo, ni levantes por ellos clamor ni oración;  porque yo no oiré…”.  Lo mismo se aplica a la Iglesia después del Arrebatamiento.   Una vez que seamos arrebatados hacia las nubes del cielo, para estar para siempre con el Señor, será inútil hermanos clamar por los perdidos.   Hermanos ya no se podrá interceder, pues habrá un cambio de dispensación.   La Edad de la Iglesia habrá terminado.   Será la dispensación de la Gran Tribulación y del juicio sobre este mundo perdido.   El momento de clamar por tus amigos que no conocen a Jesús es ahora.     El momento de clamar por tus familiares que no conocen a Cristo es ahora, el momento de clamar por tu ciudad, por tu país, por tu nación es ahora, ahora.

      En Ezequiel 22:30 Dios dice: “Y busqué entre ellos hombre que hiciese vallado y que se pusiese en la brecha delante de mí, a favor de la tierra, para que yo no la destruyese; y no lo hallé  ¿Leyó usted eso?  Dios dice que buscó hombre que se pusiese en la brecha para clamar y no lo halló en Israel.   Que Dios no tenga que decir eso de nosotros en este momento mis amados hermanos. 

 Él está buscando gente que se pare en la brecha, que ore, que ayune, que clame por los perdidos, porque el fin se acerca, Cristo viene pronto por su Iglesia.   Pronto será tarde para la humanidad.   Solamente orando y gimiendo Dios contestará la oración de su pueblo, hará milagros y libertará a los cautivos.

     Pero la pregunta es ¿serás tú uno de los que se pondrá en la brecha; uno de los que se pondrá en la brecha mi hermana?   Unámonos ahora en un mismo espíritu; parémonos en la brecha mi hermano y clamemos a nuestro Dios:  Padre bueno santo y justo, en el nombre de Jesús, vengo a ti en compañía de miles de oyentes de Impacto Espiritual, dentro y fuera de Panamá.  Yo te pido Señor que bendigas a todos y cada uno de ellos en el Nombre de Jesús, y que escuches el clamor que hicimos ahora, respaldando tú Espíritu Santo  la oración clamada ese día a las 5:00  de la mañana y que de inmediato transmitimos a nuestros lectores:



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CLAMOR


      Padre celestial tu siervo y todos los oyentes de Impacto Espiritual, en este momento nuestras oraciones suben a ti como el incienso y el don de nuestras manos como la ofrenda de la tarde; nuestras oraciones son como olor grato a ti Señor, y el altar celestial se llena con el incienso de las oraciones de los santos en la tierra.   La oración profética que hacemos ahora Dios mío está siendo contestada, hay movimiento espiritual, hay movimiento celestial, hay movimiento de ángeles sobre la ciudad de Panamá ahora moviéndose contra los demonios.

      Más son los ángeles de Dios que los demonios de Satanás, y ahora las obras de las tinieblas están siendo frustradas con planes de los brujos orando, con planes de los hechiceros rezando.   Todo está siendo desbaratado ahora.   Las fortalezas satánicas están siendo derribadas en el nombre de Jesucristo.   Los altares satánicos están siendo derribados en el nombre de Jesús, y la luz de Jesús, la luz del Evangelio se levanta sobre esta ciudad para resplandecer más, porque cuando la luz resplandece las tinieblas no prevalecen.

     Porque en el nombre de Jesús desde el cielo estamos declarando, estamos desatando el poder de Dios sobre esta tierra.   Aquí en esta tierra estamos declarando atados los poderes de las tinieblas  lo cual también se está haciendo en el cielo conforme a  tu Palabra “Todo lo que aten en la tierra, será atado en el cielo, y lo que desatéis en la tierra, será desatado en el cielo.   Y si se ponen de acuerdo dos ó tres respecto a cualquier otra cosa, os será hecho por mi Padre que está en los cielos (Mateo 18:19-20).

     Tú dijiste ya Jesús y has contestado nuestro clamor; por amor de tu nombre esta ciudad experimentará a partir de ahora un avivamiento más grande de lo que hemos visto, porque tu presencia se mueve, y esta tierra será llena del conocimiento y de la gloria de Jehová, como las aguas cubren el mar, ahora lo declaramos antes del Rapto, y se cumplirá literalmente en el Milenio cuando tú vengas a reinar con tu pueblo.

     Gracias Padre porque tu has contestado; multitudes serán salvas y vendrán a tus pies Jesús  antes de tu venida, porque tus oído la oración de tu pueblo, y de tus siervos, y de tus santos, en el Nombre de Jesús de Nazareth.   Gracias por este Impacto Espiritual de Oración en esta hora, en el Nombre de Jesús buen Dios. Amén y amén.


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     Este fue el clamor a las cinco de la mañana hace unos días, clamor vigente todavía, porque siempre hay que clamar y pararse en la brecha.    Mi hermano(a), tú allí en tu casa y donde estés sigue orando; sigue clamando.   Párate en la brecha todos los días.   Recuerda  que este es el tiempo final, el fin se acerca y el  Rapto está a las puertas.    Cristo viene pronto por su Iglesia.   Lucas 12:40 exhorta:   VOSOTROS, PUES, TAMBIÉN, ESTAD PREPARADOS, PORQUE A LA HORA QUE NO PENSÉIS, EL HIJO DEL HOMBRE VENDRÁ












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