lunes, 30 de abril de 2012

La Vida Cristiana

Un proceso paso a paso




1. Una mente "fútil" es incapaz de producir algún resultado. Una mente "fútil" es inefectiva, inútil y fracasada. El patrón de pensamiento de esta mente no produce nada que es fructífero o provechoso. El primer paso es cuando miramos las cosas a nuestra manera y pervertimos la Palabra de Dios.


2. Nuestro entendimiento moral está entenebrecido. "Su entendimiento moral está entenebrecido y su razonamiento es sombrío" (v. 18). Este es el segundo paso. Cuando usted comienza a hacer cosas profanas y aún trata de justificar por qué las está haciendo, su entendimiento moral está entenebrecido y su razonamiento es sombrío.


3. Nosotros explicamos nuestras acciones de acuerdo al conocimiento mundano e información carnal. "Teniendo el entendimiento entenebrecido, ajenos de la vida de Dios por la ignorancia que en ellos hay..." (v.18). Vivimos en inmundo cerebral. Este mundo se mueve de acuerdo al conocimiento, no de acuerdo al corazón nuevo. Es impulsado por nuestra mente y las ansias por el conocimiento, el cual trae poder personal.


 Todos están nadando en sudor para ganar más información y conocimiento. No obstante, siguen siendo ignorantes acerca de Dios y sus caminos; ellos son como la gente descrita en 2 Timoteo 3:7, quienes "están siempre aprendiendo, y nunca pueden llegar al conocimiento de la verdad".


Como resultado, tratamos de encubrir nuestras acciones "explicándolas" de acuerdo al conocimiento mundano e información carnal. Ganando este conocimiento mundano puede, otra vez, engañar el viejo corazón pensando, estoy lleno de conocimiento; por lo tanto, tengo entendimiento de Dios. Puede leer la Biblia y comprenderla de acuerdo al idioma español, pero la única manera en que usted puede entenderla de acuerdo al Espíritu es mediante la virtud del corazón nuevo.


4. Persistentemente hacemos cosas a nuestra manera. Efesios 4:18 continúa, "...por la ignorancia que en ellos hay, por la dureza de su corazón". Este es el paso cuatro, persistentemente hacer las cosas a nuestra manera. Nos hemos convertido voluntariamente en ciegos por años cometiendo los mismos errores.

Nuestros corazones se han endurecido y se han vuelto insensibles a los que es recto delante de Dios.



"Los cuales, después que perdieron toda sensibilidad, se entregaron a la lascivia para cometer con avidez toda clase de impureza. Mas vosotros no habéis aprendido así de Cristo" (Efesios 4:19-20).


Esto está diciendo que de todo el entendimiento y conocimiento que usted haya ganado, estas cosas "sensuales" continúan manifestándose en su vida a diario. No estoy hablando de cuando comete un error. 


Usted hace cosas a diario, al punto en que se ha convertido "obstinadamente ciego". Su corazón ha sido endurecido y se ha vuelto sensible al hecho de que está viviendo una vida imprudente delante de Dios.


5. Se complace en las impurezas que se le presentan. Quizás se haya aprendido el vocabulario de la Escritura, pero no ha aprendido de Cristo. 

No ha comprendido espiritualmente el propósito y la razón por la que Él murió. Por lo tanto, usted se ha convertido en víctima de las influencias del mundo y del enemigo. Puesto que no ha conocido a Cristo, se complace en cada impureza que se le presenta. Este es el quinto y último paso.


"Si en verdad le habéis oído, y habéis sido por él enseñados, conforme a la verdad que está en Jesús. En cuanto a la pasada manera de vivir, despojaos del viejo hombre, que está viciado conforme a los deseos engañosos y renovaos en el espíritu de vuestra mente, y vestíos del nuevo hombre, creado según Dios en la justicia y santidad de la verdad" (Efesios 4:21-24). 


¿Ve usted un patrón negativo formándose en su vida? Entonces necesita un corazón nuevo .

Esperar


En su libro “Broken-Down House” Paul Tripp tiene un capítulo titulado “Aprendiendo a esperar”, el cual trata sobre la importancia que tiene la paciencia en nuestras vidas. Este material es de ese capítulo, verdades que nos ayudan a ver cómo en momentos de nuestras vidas en los que no entendemos lo que está pasando, Dios sí conoce todas las cosas y está en control. 
En este Mundo somos llamados a vivir por fe y no por vista, por fe en la palabra de Dios y lo que Él ha prometido hacer por nosotros.

“Por lo tanto, mis queridos hermanos, manténganse firmes e inconmovibles, progresando siempre en la obra del Señor, conscientes de que su trabajo en el Señor no es en vano.” 1 Co.15:58 .

Estas son algunas razones por las que tener paciencia es necesario:

1. Porque vivimos en un Mundo caído: El pecado produce temor, orgullo, envidia, ansiedad. Es por esto que nuestras relaciones se complican. Por el orgullo nos es difícil perdonar y pedir perdón. Por la envidia no somos agradecidos a Dios.

2. Porque Dios es Soberano: Tú y yo NO gobernamos el Universo. Tener paciencia se hace más fácil cuando vemos que Dios es soberano en nuestras vidas y en otras personas.

3. Porque Dios es un Dios de Gracia: La Paciencia es uno de los medios de Gracia más poderosos de Dios. Él te transforma mientras tú tienes paciencia.

4. Cuando tenemos Paciencia Dios nos está liberando de las fronteras de nuestros pequeños reinos para que vivamos para su reino de Gloria.

5. Para poder ministrar a otros: El cambio en la vida de otras personas es un proceso, no es algo que sucede de la noche a la mañana.

6. La Paciencia es central para cualquier ministerio.

7. En el ministerio  la misma conversación una y otra vez. Somos llamados a perdonar una y otra vez. Somos llamados a amonestar a un hermano cuando peca.

8. Para la Gloria de Dios: En este Mundo las personas y las cosas no existen para nuestra comodidad sino para la gloria de Dios. Es difícil esperar porque nosotros buscamos aceptación de otras personas, comodidad, poder, placer, etc. Tener paciencia es ver que vivimos para la gloria de Dios.

9. La paciencia no es una pausa en el plan de Dios, es parte de su plan.

10. La paciencia no es inactividad, es recordar quién soy yo y quien es Dios. Es Adorar a Dios por Su sabiduría, poder, amor y gracia. Es servir a otros. Es orar a Dios y pedir su ayuda cuando no lo entendemos. El hecho de esperar es en sí una acción.

“La Paciencia es uno de los instrumentos más poderosos de Dios. Él no sólo nos da gracia para esperar, el momento de esperar es una gracia. La paciencia no es solo esperar para recibir algo, es más importante la persona en que tú te conviertes cuando esperas.”  Paul Tripp .

viernes, 20 de abril de 2012

Oración de Daniel por su Pueblo

En el primer año de Darío hijo de Asuero, del linaje de los medos, el cual llegó a ser rey sobre el reino de los caldeos;
en el primer año de su reinado, yo, Daniel, entendí de los libros que, según la palabra de Jehovah dada al profeta Jeremías, el número de los años que habría de durar la desolación de Jerusalén sería setenta años.

Entonces volví mi rostro al Señor Dios, buscándole en oración y ruego, con ayuno, cilicio y ceniza.

Oré a Jehovah mi Dios e hice confesión diciendo: “¡Oh Señor, Dios grande y temible, que guarda el pacto y la misericordia para con los que le aman y guardan sus mandamientos:
Hemos pecado; hemos hecho iniquidad; hemos actuado impíamente; hemos sido rebeldes y nos hemos apartado de tus mandamientos y de tus decretos.

No hemos obedecido a tus siervos los profetas que en tu nombre han hablado a nuestros reyes, a nuestros gobernantes, a nuestros padres y a todo el pueblo de la tierra.

Tuya es, oh Señor, la justicia; y nuestra es la vergüenza del rostro, como en el día de hoy; de los hombres de Judá, de los habitantes de Jerusalén, de todo Israel, de los de cerca y de los de lejos, en todas las tierras a donde los has echado a causa de su rebelión con que se han rebelado contra ti.

Oh Señor, nuestra es la vergüenza del rostro; de nuestros reyes, de nuestros gobernantes y de nuestros padres; porque hemos pecado contra ti.

Del Señor nuestro Dios son el tener misericordia y el perdonar, aunque nos hemos rebelado contra él,
y no hemos obedecido la voz de Jehovah nuestro Dios, para andar en sus leyes, las cuales él puso delante de nosotros por medio de sus siervos los profetas.

Todo Israel ha transgredido tu ley, apartándose para no escuchar tu voz. Por ello han sido derramados sobre nosotros la maldición y el juramento que están escritos en la ley de Moisés, siervo de Dios, porque hemos pecado contra él.

Y él ha confirmado su palabra que habló contra nosotros y contra nuestros magistrados que nos gobernaban, trayendo sobre nosotros tan grande mal. Porque nunca se había hecho bajo el cielo un mal como el que se ha hecho a Jerusalén.
Como está escrito en la ley de Moisés, todo este mal nos ha sobrevenido, y no hemos implorado el favor de Jehovah nuestro Dios, volviéndonos de nuestras maldades y prestando atención a tu verdad.
Por tanto, Jehovah ha tenido presente el hacer este mal y lo ha traído sobre nosotros. Porque Jehovah nuestro Dios es justo en todas las obras que ha hecho; sin embargo, no hemos obedecido su voz.
“Ahora pues, oh Señor Dios nuestro—que con mano poderosa sacaste a tu pueblo de la tierra de Egipto y te hiciste de renombre, como en este día—, hemos pecado; hemos actuado impíamente.

Oh Señor, conforme a tu justicia, apártense, por favor, tu ira y tu furor de sobre Jerusalén, tu ciudad, tu santo monte. Porque a causa de nuestros pecados y por la maldad de nuestros padres, Jerusalén y tu pueblo han sido entregados a la afrenta en medio de todos los que nos rodean.

Ahora pues, oh Dios nuestro, escucha la oración de tu siervo y sus ruegos, y por amor de ti mismo, oh Señor, haz que resplandezca tu rostro sobre tu santuario desolado.

Inclina, oh Dios mío, tu oído y escucha; abre tus ojos y mira nuestros lugares desolados y la ciudad sobre la cual es invocado tu nombre. Porque no estamos presentando nuestros ruegos delante de ti, confiados en nuestras obras de justicia, sino en tu gran misericordia.

Escucha, oh Señor. Perdona, oh Señor. Atiende y actúa, oh Señor. Por amor de ti mismo no pongas dilación, oh Dios mío; porque tu ciudad y tu pueblo son llamados por tu nombre.”

lunes, 2 de abril de 2012

Jesús












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Significados de los Símbolos en el Libro de Apocalipsis



En nuestro estudio del Apocalipsis hemos tratado de explicar muchos de los símbolos que se usan en este libro. 

En esta sección queremos indicar el valor del simbolismo y dar algunos principios que orienten en cuanto a su interpretación. También queremos presentar una clasificación de los numerosos símbolos usados por Juan.

Nunca debemos olvidar que la Biblia fue escrita en el Oriente, donde el lenguaje es más colorido y pintoresco que en el occidente.



 Esta es la razón del uso de símbolos, tipos y metáforas. Puesto que la Biblia es un libro inspirado por Dios y sus escritores fueron dirigidos por el Espíritu de verdad, tuvieron su asistencia al escoger el simbolismo y el estilo que usaron.

Debido a que es infinito, Dios tuvo que recurrir a un lenguaje que nosotros pudiéramos entender. 

Esta es la razón para el amplio y variado uso de ilustraciones tomadas del mundo que nos rodea para iluminar y reforzar las verdades divinas. 

Por ejemplo, Dios que es "inmortal, invisible y el único sabio," parece estar fuera del ámbito de nuestra comprensión y nuestro entendimiento.

 Nuestra mente, débil y deficiente, no puede penetrar tal sublimidad. Pero cuando utiliza los símbolos para decirnos todo lo que Él es en sí, entonces nuestro corazón es bendecido y nuestra mente recibe iluminación.
¡Cuán cerca de nosotros sentimos a Dios cuando nos dice que Él es "sol y escudo"! (Salmo 84:11.) No podríamos vivir sin la luz, el calor y la energía del sol. La tierra depende en gran manera de esta fuente celestial de energía.
 De la misma manera, nosotros vivimos, nos movemos y somos en Dios. Así como no podemos vivir sin los beneficios del sol, tampoco podemos subsistir ni somos nada sin Dios.
Para el salmista el escudo significaba una sola cosa: defensa o protección en la guerra. Cuando el escudo se interpone entre el luchador y el enemigo, lo defiende del filo de la espada y las puntas de las flechas.

 En verdad, Dios es el escudo de su propio pueblo; se coloca entre él y el enemigo de su alma. Con mucha frecuencia, es presentado en las Escrituras como la defensa de aquellos que confían en Él. Israel estaba seguro de que Jehová estaba alrededor de él, como las montañas rodean a Jerusalén.
Los símbolos son ventanas que dan luz; sugieren las verdades y las ideas de acuerdo con su relación o asociación. La palabra símbolo viene de dos palabras griegas: Syn, que significa "con", y ballein, que significa "lanzar," y en combinación sugieren "lanzar juntos".
A menudo los símbolos son una señal visible de una cualidad o idea invisible. Por ejemplo, el león es símbolo de coraje; la paloma, de paz; el cordero, de humildad. Los símbolos representan personas, cosas y atributos, gracias a algún rasgo de parecido entre el símbolo y el objeto simbolizado.
No siempre es fácil determinar la diferencia entre lo literal y lo Figurado. El Espíritu Santo, sin embargo, proporciona el entendimiento espiritual necesario para interpretar como es debido este bello y expresivo lenguaje simbólico de la Biblia.
 Un principio muy seguro que debe ser observado, es tomarlo todo literalmente, a menos que se indique lo contrario en el texto. Las langostas tenían en sus cabezas como coronas de oro (9:7). No eran coronas verdaderas, sino que sólo tenían la semejanza de coronas.
Otra cosa que debemos tener presente en la interpretación de un símbolo es averiguar cuál es su uso a través de las Escrituras y luego comparar los pasajes entre sí para determinar su pleno significado.
Si tomamos como ejemplo una figura usada con mucha frecuencia, como el fuego, descubriremos que representa a Dios, a Cristo, al Espíritu, a la Palabra, a la autoridad profética, al juicio, etc.
Al agrupar los símbolos del Apocalipsis, tomando en cuenta que hay casi trescientas citas del Antiguo Testamento en él, nos damos cuenta de que las raíces de este último libro de la Biblia  investiga el pasado y de que el pasado puede ayudar a interpretar el presente y el futuro.

domingo, 1 de abril de 2012

La Casa de Oración




Mateo 21:12-17

El templo siempre ha significado en todas las culturas el lugar donde se ofrece culto a la deidad. Es el lugar donde pueblos y naciones han cimentado su honor. Sin embargo, en el concepto bíblico, el templo no es el lugar donde se debe reflejar la gloria humana, sino la gloria de Dios.

 El templo no es el lugar que le pertenece a los hombres, sino a Dios. Un templo cristiano, no tiene mayor significado si deja de ser el lugar donde el hombre se allega a Dios por medio de Cristo.
 
Los judíos habían hecho del templo el lugar de su ceremonial religioso: su ritos, sus fiestas. Lo que menos se consideraba en la práctica, por parte de los líderes religiosos, era que el templo fuese el lugar de encuentro genuino con Dios.

 El templo había llegado a ser más importante, que la presencia de Dios. Los judíos empezaron a contemplar su propia gloria en el templo, que la gloria de Dios. Se habían conformado con lo material, olvidándose de lo celestial.

 El corazón del pueblo estaba cautivado por el edificio, más no por la presencia de Dios.
Jesús nos enseña en este pasaje que no hay templo con gloria, si el Padre celestial no lo bendice con su presencia. ¿Cuáles son las características de un templo bendecido por la presencia de Dios?
 
I. EL TEMPLO DE DIOS SE IDENTIFICA POR SER, ANTES QUE NADA, CASA DE ORACIÓN.
 
¿Recuerda algún pasaje en los evangelios en el que Jesús fuera al templo a orar? Son tan escasos los que sugieren tal motivo, que es más fácil recordar a Jesús orando en los montes, en los huertos, en el desierto que en el propio templo.

 El templo era lugar de ritos, de comercio, tanto que Jesús dice que ha sido convertido en “cueva de ladrones”; ya que se le ha dado prioridad a otras cosas, robándole así la gloria a Dios.
 
El templo es el lugar donde venimos a brindarle a Dios la honra y la gloria. Este edificio debe ser el lugar para el encuentro entre los hombres y Dios en la tierra. Pero no hay encuentro con Dios sino hay oración. 

Muchas iglesias y cristianos ser caracterizan por otras muchas actividades, pero no por la oración. La oración no es un programa de la iglesia, debe ser la vida de la iglesia y de todo fiel hijo de Dios.

 Los altares y los reclinatorios en los templos se ha vuelto mas parte del adorno del templo, que del espacio donde el pueblo se une para tener comunión con el Señor. Salomón, quien edificó el primer templo para el Dios Vivo, no pasó por alto esta verdad, tal como lo podemos leer en 2 Crónicas 6:12,13; 19,20.
 
II. EL TEMPLO DE DIOS ES UN LUGAR DE ENCUENTRO CON CRISTO.
 
El pasaje nos señala, que cuando escucharon las personas necesitadas que Jesús estaba en el templo, “vinieron a él”. Las personas se acercaron, no al templo, sino al Cristo que encontraron en el templo. Había un motivo para ir al templo: encontrarse con Cristo.
 
Estas personas fueron sanadas. Jesús las tocó. La presencia de Cristo transforma todo ambiente, toda vida, toda iglesia que reconozca su necesidad de “venir a él”.

 El templo es el lugar para que las personas se acerquen a Cristo. Este es el énfasis evangelístico que debe tener un templo donde se encuentra Cristo. A diferencia de la iglesia de Laodicea (Ap. 3:15-20), la iglesia verdadera y fiel es aquella en donde Cristo tiene un lugar en las vidas de quienes la componen.
 
III. EL TEMPLO DE DIOS ES UN LUGAR DE ALABANZA.
 
Un lugar en donde se ora, es un lugar en donde nos encontramos con Cristo; y un lugar en donde nos encontramos con Cristo se convertirá por consecuencia en un lugar de alabanza. 

¡Cuánto tiempo habría pasado que no se escuchaban alabanzas en el templo de Dios! Tanto que cuando ésta se da, los principales sacerdotes y escribas se indignaron: Mientras los jóvenes reconocían la dignidad de Dios, la gente religiosa se indignaba.
 
Hoy en día, cuando alguien ora en voz alta nos parece ridículo, cuando alguien llora y testifica de su encuentro con Cristo nos parece insólito, cuando alguien alaba a Dios con alegría nos parece vergonzoso y desordenado. La pregunta no es “¿qué le parece a la gente?”, pues dice la Biblia que el hombre carnal no puede entender las cosas de Dios porque para él son locura, pero para los hijos de Dios ¡Cristo es sabiduría y poder de Dios!
 
Hoy en día se critica a iglesias porque oran en voz alta, porque a cada rato llaman al altar a acercarse a Cristo, porque alaban a Dios con algarabía. Se dice que es puro escándalo. Sin embargo, las personas que se atreven a criticar a veces son más escandalosas: tienen vidas carnales y desobedientes a Dios y su Palabra, viven peleándose entre ellos, criticando, no saben perdonar. Lo último que harían es reunirse para adorar a Dios.

 Pero cómo pueden adorar a Dios sin primero venir a Cristo.
 
CONCLUSIÓN:
 
¿Para qué tenemos templo? ¿para qué tenemos altar? ¿por qué viene usted? Si usted viene para orar, si usted viene para encontrarse con Cristo y viene para alabar a Dios: ¡Bienvenido! ¡Dios está aquí! ¡Su presencia está aquí!

 Este es un momento propicio para que nuestras vidas comiencen a orar, para que tengamos un encuentro personal, profundo y nuevo con Cristo, llenándonos así de su presencia y poder alabarle con libertad, y permitir que sea él, quien perfeccione nuestra alabanza.